La historia del teatro se centra en la evolución del arte dramático a
lo largo del tiempo, abarcando diversas etapas y estilos. El teatro,
como concepto, es amplio y se refiere a cualquier persona o grupo
que presenta un espectáculo en un tiempo y espacio específicos.
Asimismo, esta definición resalta la diversidad de formas y contextos
en los que se puede manifestar el arte teatral, lo que permite una rica
variedad de expresiones culturales y artísticas. La percepción de esta
evolución es fundamental para apreciar la complejidad y la relevancia
que tiene el teatro en distintas generaciones y dentro de la sociedad.
Es por eso, que en este número les voy a contar la historia de Teatro
Consciente, una escuela de teatro que se ha consolidado como un
espacio de formación, creatividad y encuentro. Desde sus primeros
pasos, no solo ha sido un ámbito de aprendizaje artístico, sino que
también es un motor que impulsó la vida cultural local, ofreciendo a
vecinos, estudiantes y artistas la posibilidad de descubrir su talento.
De todos modos, las grandes aventuras suelen comenzar con
pequeños pasos, y en este caso, con un martillazo. La historia
está ubicada en Vicente López, en una casa con pasillos largos
y paredes desgastadas. Fue allí en donde Florencia Cappiello y
Ezequiel Sagasti decidieron cerrar una terraza con un objetivo
modesto: crear un espacio para ofrecer dos o tres clases por
semana, con ganas de enseñar y sin grandes pretensiones.
Por lo tanto, cuando los sueños trascienden las limitaciones
físicas y temporales. La terraza cerrada se transformó en un
espacio vibrante, lleno de interacciones sociales, donde las
voces, risas y discusiones de escena se entrelazaban con el
aroma del café y a medida que la demanda de clases crecía,
la capacidad para acomodarlas se vio desbordada, revelando
una evolución de un gran rincón a un hormiguero de actividad.
Luego, Teatro Consciente dio un paso significativo al adquirir
un nuevo espacio en Zufriategui 1387, Vicente López, donde
se ha propuesto construir un lugar desde cero. Este proceso
ha estado marcado por desafíos como el polvo de obra y la
planificación meticulosa, pero también ha estado lleno de
entusiasmo por la creación más acogedor del que había.
A su vez, el nuevo teatro cuenta con un aula luminosa, un
bar para disfrutar de un vino tras las funciones y una sala
íntima con capacidad para 50 espectadores que permiten
la realización de varios espectáculos cortos. Este proyecto
refleja la visión de un espacio cultural, vibrante y funcional.
No obstante, la escuela se ha transformado en un espacio
que va más allá de solamente ser una escuela; se anuncia
como un laboratorio de formación donde el aprendizaje se
experimenta como un entrenamiento práctico. Su enfoque
principal es que cada persona en formación pueda tener la
oportunidad de estrenar sus propias creaciones, lanzando
así la autogestión y la iniciativa personal del ámbito teatral.
Con este compromiso se refleja en cada obra y ensayo,
creando una fiel conexión con los espectadores que van
a las presentaciones. La ideología de Teatro Consciente
resalta la importancia de la acción y la creación en lugar
de esperar oportunidades externas, lo que enriquece la
experiencia tanto para los artistas como para el público.
Por otra parte, continúan realizando Teatro Short, un ciclo
de microteatro que se enfoca en ofrecer experiencias que
son intensas y completas en un formato que dura quince
minutos. Este enfoque permite transformar una noche que
parece común en una maratón teatral, dándole al público
la oportunidad de sumergirse en varios mundos narrativos.
Hoy en día, la historia de Teatro Consciente se centra en la
colaboración entre dos individuos apasionados por su trabajo:
Florencia, actriz y profesora en artes del teatro con una gran
trayectoria y un agudo sentido del detalle de la interpretación,
y Ezequiel, quien se identifica como dramaturgo, director y
actor que desea llevar a cabo un unipersonal en el año 2026.
como un sueño que se materializa en una realidad tangible. Dado
esto se puede observar su compromiso, dedicación y la formación.
Finalmente, le quiero agradecer a Ezequiel Sagasti y Florencia
Cappiello por todo el material aportado para hacer este artículo.
Sus perfiles en Instagram: @teatroconsciente y @teatroshort.
Y también ustedes lectores por dejarme contarles y compartir
historias de distintos lugares o personas cada mes. Ojalá que
hayan conocido un poco acerca de esta escuela de teatro que
se encarga de formar a las nuevas generaciones de actores.
Octavio Arrosamena Daners
Redactor y editor de artículos
octavioarrosamenadaners@gmail.com

