martes, 13 de abril de 2021

Historia de la Parroquia Santiago Apóstol

Ubicada en el barrio de Belgrano, la Parroquia Santiago Apóstol fue, es y será
un emblema del Barrio Parque General Belgrano, el cual está conformado por
las siguientes avenidas: del Libertador; Monroe; Figueroa Alcorta y Udaondo.
Con respecto a este barrio, se puede decir que se caracteriza por sus casas de
estilo chalet, aunque actualmente edificios (la zonificación del barrio no permite
edificaciones de más de 16 metros, los que están son anteriores a 1972) y un
sitio importante es el Estadio Monumental Antonio Vespucio Liberti, sede donde
el Club Atlético River Plate juega parte de sus partidos en condición de local.

Sin embargo, lo primero que debemos tener en cuenta es que los orígenes de
la parroquia se dan a partir de 1927 cuando los Sres. Emilio Aschiffer y Vicente
Casullo obtienen los 42.000 m² que formaban parte del ex Hipódromo Nacional.

Justamente, estos hombres al comprar estas tierras lo que quieren hacer es
lotearlas en lo que aquel entonces se conocía como Barrio Parque Casullo
(Casullo lo loteo, pero la traza se hizo en 1925 por iniciativa del Intendente
Dr. Carlos Noel y el presidente Marcelo T. de Alvear y fue contratado el
famoso paisajista francés Jean Claude Nicolás Forestier), aunque de todos
modos ellos precisan un espacio para poder construir una Iglesia y una plaza
(como se estilaba en los loteos), entonces deciden cederle a la Curia Metropolitana
el sitio donde ahora se encuentra la parroquia (Tte. Ricchieri y Av. Udaondo).


Pese a todo, seguía pasando el tiempo y pese a que el Ing. Jean C. Forestier
había ya realizado el trazado del Barrio Parque en 1926, todavía no se estaba
construyendo la parroquia, hasta la década del '30 (se demoró todo porque
Casullo se murió), cuando el Mons. Santiago Copello decide comenzar la obra
de 36 templos, aunque muchos de éstos se harían en zonas que no estaban
del todo urbanizadas, dado que algunos barrios se habían creado hace poco.

Dado esto último, es que Mons. Copello notificó a las damas de la comunidad
porteña cristiana para que puedan contribuir con la obra. A su vez, éstas con el
apoyo de sus familias se unieron para cumplir el propósito que se propusieron.

Es por eso que el proyecto de la construcción de la iglesia lo apadrinó María
Jáuregui de Pradère y para el año 1930 en mitad de un campo, se empezó a
construir, cuyo constructor y arquitecto más importante fue el Sr. Carlos Massa.
Luego el 31 de diciembre de dicho año pasa de ser iglesia para ser parroquia. 


Aunque, para ese entonces la familia Basavilbaso (algo que no es del todo
cierto) era la dueña de las tierras donde actualmente está la universidad Di
Tella e incluso hasta hoy en día sobrevive la primera edificación de la zona
(la Iglesia San Luis que fue la transformación de una toma de agua existente
en el siglo 19). Un caserío ubicado en Monroe y Blandengues (Libertador) eran
los únicos vecinos de la parroquia, después, apareció el Tiro Federal Argentino.

Hoy en día, la parroquia cuenta con un grupo scout, el cual fue fundado en
1950 y es integrado por más de 100 niños y jóvenes que realizan distintas
actividades, ya sean propias como también campamentos en el interior de
nuestro país. Por otra parte, tiene un gran salón parroquial con equipos de
video y sonido, que son necesarios para ilustrar los cursos de catequesis y
pueden ser utilizados cuando se reciben a conjuntos musicales y coros.

Otros datos importantes son que en el año 2007 sobre la Avda. Udaondo se
inauguró 
un paseo en homenaje al inmigrante Gallego en cuyas paredes se
instalaron los 
escudos de las provincias gallegas, los cuales son donaciones
hechas por la provincia de Pontevedra y la Junta de Galicia respectivamente.

No obstante, también es bueno destacar que en la parroquia funcionan las
comisiones de Caritas y Manos Solidarias que 2 veces a la semana reparten
ropa y alimentos, mientras que los jóvenes que integran el Grupo Misionero,
realizan visitas por el Interior del país e incluso el padre Facundo Quiroga ha
asistido en algunas oportunidades a la pensión del club River Plate. Asimismo,
la parroquia le presta ayuda a una Capilla que se encuentra en el partido de La
Matanza, precisamente en la localidad de Gregorio de Laferrere (dicho apoyo
se lleva a cabo con los distintos donativos que efectúa la feligresía parroquial).


Finalmente a modo de conclusión, esperamos que hayan podido conocer algo
más acerca de la historia de uno de los lugares más emblemáticos que tiene el
barrio de Belgrano, también quiero agradecerle al Sr. Ricardo Emilio Scorticati
por la información brindada para hacer este artículo y además, ofrecerles de
visitar la parroquia aunque más no sea desde afuera y/o ingresar a la misma
siempre que sea cumpliendo los protocolos que se piden durante la pandemia.

Octavio Arrosamena Daners
Redactor y editor de artículos

jueves, 1 de abril de 2021

Historias: Ricardo Güiraldes

Lamentablemente, el hábito de la lectura es algo que la mayoría de nosotros no suele hacer con frecuencia porque en la actualidad nos vimos invadidos por las nuevas tecnologías. Cada vez es menos frecuente ver a una persona leyendo un libro e incluso verla con el diario en una plaza. Sin embargo, en este número le rendiremos homenaje a un escritor del género gauchesco: Ricardo Güiraldes.

Nacido el 13 de marzo de 1886 en Buenos Aires en el núcleo de una familia adinerada, que al año siguiente se va a vivir a París, por lo tanto puede decirse
que Ricardo aprende primero a hablar en francés y posteriormente en español.
Unos años después, los Güiraldes vuelven a Buenos Aires y su lugar para vivir sería
entre Caballito, donde pasó mucho tiempo en la casa de su abuelo y San Antonio
de Areco, en la estancia propiedad de su padre, bautizada La Porteña.


A pesar de todo, el ser escritor no es lo primero que Güiraldes quería ser, dado
que en el año 1904 termina el bachillerato e ingresa a la facultad de arquitectura; después decide estudiar derecho, pero finalmente abandona la universidad y viaja a París. Este viaje fue muy importante en su vida: empezó a mostrar cierto interés por la metafísica y la ética, allí mismo se relacionó con varios músicos, pintores y escritores. Llevó a cabo un recorrido por Oriente y distintos países de Europa; de allí vuelve a París, con la idea de ser escritor, y más tarde retorna a Buenos Aires.

Para 1912, ya solía codearse con un grupo de artistas y escritores de clases
altas y en una de esas tantas juntadas, es donde conoce a Adelina del Carril
con quien se casa al año siguiente, el 20 de octubre de 1913. En dicho período,
algunos 
de sus cuentos habían sido publicados en Caras y Caretas.

En el año 1915 decide publicar aquellos que tenía escritos: El cencerro de cristal y Cuentos de muerte y sangre, el cual tenía relatos que eran semejantes al estilo que tenía Horacio Quiroga. Pero lamentablemente, la crítica no recibió muy bien a esos libros y por lo cual, Güiraldes deprimido por lo sucedido, viaja a las Antillas. Éste lugar que le brindó el material para realizar su novela Xaimaca (publicada en 1923), que recibió una respuesta similar. Luego de estos libros, llegaron Raucho, que contenía elementos autobiográficos, y Un idilio de estación (1918), posteriormente publicada con el nombre de Rosaura.

Una vez terminada la Primera Guerra Mundial, Güiraldes vuelve a París, la ciudad donde había empezado a escribir los primeros capítulos de su obra más conocida: Don Segundo Sombra, cuya elaboración ocurrió algunos años después. Atrapado por el esoterismo y la teosofía, éstos le sirvieron como inspiración para escribir obras como El sendero, Poemas místicos y Poemas solitarios (aunque las mismas fueron publicadas por su viuda). Otra vez en Argentina, se unió a jóvenes avanzados, formó parte en la dirección de la revista literaria Proa.

Sin embargo, en 1926 fue un año bastante exitoso para el autor, ya que consiguió hacer su libro más conocido Don Segundo Sombra, el cual tuvo éxito inmediato a diferencia de otras obras del autor que resultaron ser fracasos. Con un estilo particular, que es denominado prosa cuidada, esta novela cuenta en primera persona acerca de la historia del joven Fabio Cáceres, quien en el arriero Segundo Ramírez Sombra, descubre al maestro que le permitirá convertirse en un hombre.


Dicha obra es de aprendizaje y en la misma se cuentan todos los incidentes que pueden producirse en la vida rural y las características propias del campo, el cual
se ve advertido por la expansión del progreso. Con un fuerte tono elegíaco, esta
novela da forma a una mirada algo melancólica con respecto al pasado y una
determinada apuesta al rescate de los valores que son propios del argentino.

Como dato de color, quiero compartirles un breve fragmento de Don Segundo Sombra que dice así: "No hubo, antes de echarnos a dormir, ni muchas bromas, ni una alegría muy visible, ni guitarra. A la gente de esos pagos no parecía importarle nada de nada. Uno por uno enderezábamos al asador, cortábamos una presa, nos retirábamos a saborearla, en cuclillas. Los más salvajes y huraños desaparecían en lo oscuro, como si tuvieran vergüenza que los vieran comer o temieran que los pelearan por la presa. Como muchos, por tratarse de hacienda chúcara, habían traído sus perros, estábamos rodeados de una jauría hambrienta y pedigüeña".

En reconocimiento a la gran contribución que le hizo a la literatura nacional, es
que existen tanto la Biblioteca Ricardo Güiraldes, que se encuentra en la calle
Talcahuano 1261, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como también
el Museo que lleva su nombre, en el partido de San Antonio de Areco.


Finalmente a modo de conclusión les cuento que en 1927, realiza su último viaje a
Francia, más precisamente a la localidad de Arcachón y por su delicado estado de
salud es trasladado a París, donde muere el 8 de octubre de 1927 a los 41 años.

Octavio Arrosamena Daners
Redactor y editor de artículos